lunes, 29 de diciembre de 2008

Asuntos pendientes, por Eduardo F. Valdes, Perfil, 21/12/08

El 10 de diciembre se cumplieron 25 años de nuestra democracia, 25 años de recuperar el valor de la libertad, el valor de la vida, las instituciones, el disenso. Sin lugar a dudas, como decía una vieja serie televisiva norteamericana, “la democracia es una mala forma de gobierno, pero las demás son peores”.

Sin embargo hay síntomas muy preocupantes: en una encuesta realizada por el Ministerio de Educación de la Nación a jóvenes de cinco provincias entre 11 y 15 años, denominada “La cultura democrática de los adolescentes”, el cumpleaños quedó opacado, pues sólo el 34% de los consultados se expresaron positivamente hacia nuestro régimen, respecto de que era “la mejor forma de gobierno”, el resto o la ignora o prefiere no contestar, un 10% está totalmente en contra.

Un refrán popular dice “los pueblos no se equivocan”. Habría que estudiar las causas por las cuales los jóvenes no sienten a la democracia como un valor con el que se come, se educa y se cura. Según un informe dado por el Centro de Lucha contra el Hambre de la UBA, este mismo 10 de diciembre, 8 niños mueren por día por desnutrición, menos que las 12 criaturas que corrían igual suerte en 2003, pero al día de hoy 2.100.000 personas no tienen acceso a la alimentación básica, bajo el agravante de que Argentina produce alimentos para 300 millones de personas por año. Como dice la organización Tupac Amaru de Jujuy “en un país de pan y de trigo no puede haber ni un pibe con hambre”.

Al 24 de marzo de 1976, en la Argentina el 5% de los argentinos eran pobres, al terminar la dictadura llegaron al 15%, subiendo al 56% en 2002 y bajando al 27% en la actualidad, pero si hacemos un balance, por más que haya descendido los últimos años, nuestros jóvenes no tienen por qué valorar el sistema.

El ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Arroyo, reconoció que en su distrito hay 400 mil jóvenes que no trabajan ni estudian. En momentos donde la sociedad argentina debate qué hacer con estos jóvenes, desde que se pudran en una cárcel hasta la escolarización urgente, bien valdría plantearse algunas comparaciones.

En el año 1982, China tenía 862 millones de pobres (personas que viven con menos de US$ 1,75 por día), según el informe del Banco Mundial de ese año; hacia el 2008, la misma fuente habla de 207 millones de pobres.

¿Cómo hizo?, cuentan que no tenían tiempo para un ciclo educativo de 12 años, por lo que decidieron que con ejércitos de carpinteros, plomeros, albañiles, gasistas y electricistas, oficios que conlleva la construcción, se metieron en zonas rurales, semejantes a las geografías de nuestros barrios de emergencia, y capacitaron durante un año a una cantidad determinada de personas (analfabetos de 4ª generación) que estaban bajo la línea de pobreza. Al terminar su capacitación, el Estado les daba trabajo en obras públicas que llevaba adelante en las zonas urbanas.

Al año siguiente capacitaron a otra cantidad y así fue sucesivamente. El resultado es que al mismo tiempo que en nuestra democracia aumentó la marginación, China sacó a 655 millones de personas de la pobreza. Los hijos de estos nuevos obreros han terminado la escolarización primaria y secundaria, en estos momentos están cursando la universidad. Se podrá decir que China no tiene nuestro sistema democrático, sino un régimen de partido único, pero los números del Banco Mundial y los resultados expuestos son más que ejemplos a imitar. En 1982 decidieron erradicar la pobreza, abrieron su país al ingreso de capitales con el único objetivo de lograr pleno empleo y ascenso social. No es imposible de realizar, sólo basta proponérselo como principal política de Estado. De otra manera meteremos 3 millones de personas en las cárceles pero el problema persistirá.

El capitalismo, la democracia y la integridad, por M. Grondona, La Nación, 21/12/08

La gigantesca "bicicleta" urdida por el inversor Bernard Madoff, que desembocó en el procesamiento criminal de su autor, llamó la atención por su incomparable magnitud (50.000 millones de dólares), pero sólo vino a confirmar la seguidilla de quiebras, malversaciones y escándalos de toda índole que han acompañado la actual crisis financiera internacional. Desde la desmesura de los préstamos hipotecarios hasta la infinita sofisticación de los "derivados" que sólo existían en las alucinantes computadoras de sus creadores, hemos asistido a la formación de una ola colosal de irresponsabilidad, de la cual han participado centenares y miles de grandes o pequeños "Madoff", al lado del descuido o la complicidad de las autoridades. Por eso es que, sobre todo sus enemigos, ahora hablan muy sueltos de cuerpo del "fin del capitalismo".

El blanqueo en un mundo de narcotraficantes, por J. Morales Solá, La Nación, 14/12/08

Desde ya que la Argentina no es México. Mientras aquí se han producido siete y ocho muertes atribuibles al narcotráfico, en México hubo 5400 homicidios en lo que va del año. Pero la preocupación será ya vana cuando se alcancen esos apogeos del crimen. Lo cierto es que el país nunca había descubierto antes envíos tan frecuentes a Europa (sobre todo, a España) de cargas enormes de cocaína, que oscilaron entre los 500 y los 1100 kilo de esa droga.

lunes, 15 de diciembre de 2008

El combate perpetuo, por Martín Kohan, Perfil, 13/12/08

Agraviaron con palabras soeces a las máximas autoridades de la política nacional y provincial, representantes legítimos del pueblo soberano. Vaya y pase: que insulten cuanto quieran. Luego arrojaron por pura hostilidad huevos y cereales, lo que es decir su producción, en la puerta de la sede de la gobernación de Entre Ríos. Y bueno: que tiren lo que quieran. Pero después, aunque no mucho después, y no conformes con lo ya hecho, dieron aun un paso más: pintaron de negro un busto de Eva Perón, que está emplazado justo enfrente de la Casa Gris (no negra, sino gris) donde el gobernador ejerce el mando. El busto de Evita pintarrajeado: eso no, eso sí que no, eso ya es intolerable. Ahí sí que se les fue la mano a los productores rurales entrerrianos, a los que Alfredo de Angeli inspira y conduce, en su protesta contra Sergio Uribarri en lo particular y contra el oficialismo político en general. Porque una cosa es agraviar, de hecho o de palabra, a las personas reales y en el tiempo presente. En esa dimensión, la de la realidad y el presente, siempre hay un margen atendible para la agresión o para el acuerdo. El mundo del pasado, el mundo de los símbolos, es en cambio el mundo infinito del combate perpetuo. Lo entendió muy bien Leopoldo Marechal en Megafón o la guerra. La guerra del peronismo y del antiperonismo se libra sobre todo en el pasado, y en los símbolos de ese pasado. Y cuanto más anacrónicos suenen los términos de esa disputa, más actuales son pese a todo. ¿Es la lucha de las fuerzas cívicas en contra del populismo fascista o es la lucha del proyecto nacional y popular en contra de la oligarquía gorila de la rancia Sociedad Rural? Justamente: es una guerra de términos, una lucha que se libra para dirimir cuáles son los términos de esa lucha. Entonces, los símbolos importan, y mucho. Carlos Gamerro había llevado esta cuestión hasta sus últimas consecuencias en La aventura de los bustos de Eva. La realidad, que no se aquieta, y que se deja decir por la literatura pero a menudo también le contesta, acaba de agregarle un capítulo más a esa novela.