miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una introducción básica al poskirchnerismo, por Mariano Grondona, La Nación, 2/11/08

Si queremos imaginar la Argentina poskirchnerista, quizá nos sirva recordar la Argentina que sobrevivió a Rosas y la que sobrevivió a Perón. La primera fue un éxito. La segunda, un fracaso. Lo que determinó el éxito de aquélla y el fracaso de ésta fue el comportamiento de la oposición.
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Como todo hombre fuerte, en su tiempo de poder absoluto Perón suscitó grandes enconos. El problema fue por entonces que la irritación que el caudillo despertaba concentró a la generación de sus opositores en sólo una de las dos tareas que había acometido la generación del 37: pensar en cómo contradecirlo y, eventualmente, derrocarlo, y ya no en cómo diseñar el país que debería sucederlo. Y así fue como, al caer Perón en 1955, a la inversa de 1853 sus opositores, por un momento triunfantes, carecieron de un libreto en dirección del porvenir.
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En estos momentos en que Kirchner se encamina hacia la suma del poder, su evidente estrategia y su estilo destemplado enardecen todavía más a muchos argentinos. Que quiere quedarse con todo resulta evidente porque su poder no reconoce plazos y porque, si lograra despojar ahora a las AFJP, dejaría sin la única fuente de financiamiento que aún les queda a las empresas que operan en el país. También ellas tendrían que doblar su cabeza ante el autoritarismo oficial. Pero la pregunta que hay que hacerse no tiene tanto que ver con las intenciones y el estilo de Kirchner, sino con la estrategia de la oposición. Como en 1853, como en 1955, lo que hay que preguntarse es si la oposición se contentará con ser únicamente antikirchnerista o si se atreverá además a pensar en un nuevo país: el país del poskirchnerismo.

Hoy, según las encuestas, Kirchner conserva solamente el 30 por ciento de los votos. El 70 por ciento restante es opositor. Lo que se hace notar entonces es que la oposición debería reunirse para vencerlo. Pero ¿podrá hacerlo acaso si no concibe un proyecto común en dirección del poskirchnerismo?

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